300 gramos de harina integral
20 gramos de levadura de panadero o prensada.
1 vaso de agua tibia.
1/2 cucharadita de sal.
4 cucharadas de aceite de oliva.
2 tomates maduros cortados en octavos.
Vegetales crudos de tu preferencia o lo que tengas a la mano (cebollas, pimientos, brócoli, champiñones, berenjenas, zanahorias).
Sal y pimienta al gusto.
1 pizca de orégano molido.
Hacemos un volcán con la harina, en el centro colocamos la levadura disuelta con el agua tibia, la sal y el aceite. Amasamos primero con los dedos y luego con las manos, hay que trabajarla hasta que queden ligados todos los ingredientes y la masa esté un poco más ligera.
La colocamos en un recipiente untado con aceite y lo cubrimos con un paño húmedo y la dejamos cerca del horno precalentado para que reciba calor indirecto durante al menos una hora.
Mientras la masa cumple su tiempo, colocamos en una bandeja de horno los tomates cortados, los salpimentamos ligeramente y los rociamos con una pizca de oregano en polvo y unas gotas de aceite de oliva. Los llevamos al horno fuerte por unos minutos hasta que doren ligeramente
Cuando la masa esté lista la extendemos pequeñas porciones en una superficie enharinada con la ayuda de un rodillo, podemos hacerlas circulares o cuadradas según más te guste o según el molde que tengas a la mano.
Pintamos ligeramente la masa con aceite y distribuimos sobre ella los vegetales que vamos a usar incluyendo los tomates horneados. la rociamos con un chorrito de aceite y otro poco de orégano molido.
Finalmente la llevamos al horno a 180°C de 15 a 20 minutos o hasta que la masa se vea dorada.